Crónicas de una muerte anunciada

Por: Mauricio Morante

A falta de pocos días para las elecciones, la disputa de los candidatos por ocupar un lugar en la segunda vuelta es de las más reñidas después de muchos procesos electorales. Esa misma incertidumbre es la que hoy está encendiendo alarmas de 'fraude electoral' que algunos simpatizantes de ciertos candidatos ya están vociferando.

Hoy en día, con la campaña virtual por la coyuntura de la pandemia y la inmensa participación en redes sociales, estas modalidades pueden surgir como un 'falso termómetro' de tu posición como aspirante al sillón presidencial. Esto en gran medida por los famosos trolles o cuentasfalsas que inundan las publicaciones con fotos y mensajes de apoyos a los candidatos. Estas pueden llegar a ser hasta manejadas en un total de 200 cuentas por una misma persona. Al fin y al cabo, no representan personas reales que te apoyan, sino más bien solo popularidad irreal en redes sociales.

En ese sentido, quisiera dedicar estas líneas para el candidato Rafael López Aliaga, el cual tuvo un abrupto ascenso en esta última parte de la contienda electoral, pero puede que la caída sea mucho más rápida. ¿Qué me hace pensar esto? Si bien su popularidad alcanza niveles increíbles con publicaciones con más de 25 mil me gusta, 10 mil comentarios y cientos de miles de vistas en sus vídeos, con el simple hecho de revisar quiénes comentan y reaccionan a estas publicaciones y notar que el 70% de esas interacciones son cuentas creadas en diciembre del 2020 con una foto de perfil de un dibujo animado, la foto de portada del partido, con un máximo 10 contactos y que solo comparte publicaciones del partido, la única conclusión que puedo llegar es que son cuentas fakes.

No vaya a resultar que, en sus encuestas realizadas por Facebook, Twitter y otras redes sociales, esté en primer lugar con contundentes 50% inflado en su gran mayoría por estos 'trolles' y que el domingo, cuando salga el flash electoral y posteriormente los resultados finales, no llegue a pasar ni el 10% de los votos. Podría asegurar que saldrá con el mismo discurso de siempre: resultados comprados por Odebrecht, prensa mermelera y el argumento favorito de todo mal perdedor, el de 'fraude electoral'. Sin embargo, esto es nada más que una crónica de una muerte anunciada.