¿Podría llegar el Perú a la pandemia total?
Por: Nicoll Sotomayor Romero
El dos mil veinte será recordado como uno de los años más complicados para la humanidad. Especialmente por los distintos males que aquejan al mundo; uno de ellos: la salud a causa del COVID-19. Muchos vieron que esta sería una enfermedad difícil de batallar. No obstante, existe aún la esperanza de vencerla. Por ello, muchos países ya están logrando estabilizarse de manera organizativa y preventiva. Situación que no se presenta en el Perú.
Desde que se declaró la cuarentena en el Perú han salido a relucir un cúmulo insoslayable de imperfecciones que dificulta la superación de la crisis sanitaria. Algunos de estos son: el descontrol en la organización del sector Salud, en el bono 380 destinado a las poblaciones vulnerables, familiares e independiente y la falta de ineficiencia por las autoridades.
Ahora bien, mis dudas son las siguientes: ¿qué impacto tiene el Covid en nuestro país? ¿Cuál es su efecto en la economía? ¿las autoridades estarán tomando las medidas necesarias para controlar la situación? ¿Las estamos llegando a una pandemia total en el Perú?
El COVID - 19 es la primera enfermedad que ha desencadenado grandes contagios y muertes a nivel mundial. El Perú no estuvo exento de ellos, lo cual puede corroborarse en los reportes emitidos por distintas instituciones. Sin embargo, estas causan incertidumbre a la población, porque, al parecer, no reflejan con certeza las cifras exactas.
Con su llegada nos ha hecho ver con claridad la situación del sistema, control y organización en el sector salud. Del cual, en pocas palabras, se podría decir que es nefasto, paupérrimo. Principalmente por la falta de interés que los gobiernos anteriores, quienes han hecho por omiso su intervención. Siendo ello una negligencia y falta de equipamiento para que los especialistas de la salud puedan responder frente al virus.
Por la situación actual, es evidente que la rutina de las personas debería de cambiar para evitar aglomeraciones y, con ello, contagios. La restricción a la libertad de reunión aún sigue siendo mal vista por algunos ciudadanos. Especialmente, por aquellos que no cumplen las medidas que el Estado ha impuesto, las cuales no llegan a ser acatados por la población.
Por el otro lado, veamos cómo las autoridades han manejado la situación. En primera, el Ejecutivo con la finalidad de mejorarla situación económica a la población ha emitido los llamados "BONOS" para apoyar a las poblaciones más vulnerables y a aquellos que no pueden subsistir en esta cuarentena. Sin embargo, la organización en la entrega de este beneficio se ha percibido muchos problemas no solo por las largas colas, sino también, en la entrega a aquellos que no lo necesitan.
A raíz de lo anterior expuesto, la población comenzó a salir de sus hogares para buscar el pan de cada día, porque si se quedaban en sus casas no, percibirían ingresos para satisfacer sus necesidades primordiales. Por ejemplo: los abastecimientos del programa Kaliwuarma se han descompuesto, puesto que no se tomó en cuenta que estas provisiones podrían ser fundamentales para la alimentación de las poblaciones más vulnerables, en especial, la alimentación de muchos niños, jóvenes y ancianos.
El manejo de la situación por parte de nuestras autoridades, es cuestionable, puesto que, desde la cuarentena, en los medios de comunicación, se ha ventilado actividades irregulares que han perjudicado a la mayoría de la población. El aprovechamiento para obtener un beneficio evidencia la escasez de valores, principios y apego humano.
Dada la forma en cómo se sigue "controlando" o buscando "alternativas" para solucionar los desequilibrios que en un inicio fueron aceptados por la ciudadanía; era necesario adoptar las medidas que se ajustaban a la idiosincrasia de la población peruana. Pues la forma en cómo se podría prevenir el aumento de contagios y muertes a causa del COVID - 19, fueron copiadas a partir del ejemplo europeo. Esto hubiese podido cambiar; ya que la cotidianidad del peruano no es la misma que del europeo, quien, de paso, se le ve incumplimiento la prohibición de las reuniones masivas y/o sociales.
Si las medidas se hubiesen ajustado a nuestra realidad, otra situación sería. Por ejemplo, las medidas para evitar que la población vulnerable se vea afectada, eran múltiples. Tratar de que esta se quede desempleada era un reto, por ello, la opción de otorgar "bonos" a las supuestas personas o familias que lo necesitaban no era la más viable. Por el contrario, hubiese sido mejor que el Ministerio de Economía, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables y los Gobiernos Locales y Regionales trabajasen juntos para buscar una solución y determinar la cantidad de familias que podrían salir afectadas por la pandemia.
Otro problema que acarreó la cuarentena fue violencia familiar que no fue tomada en cuenta al momento de proponer como solución al contagio, la restricción de tránsito. Por tanto, muchas personas tenían que convivir con su ofensor y soportar maltratos (físicos, psicológicos, sexuales, etc). Y, las cifras en el lapso de la cuarentena aumentaron de manera sorpresiva y alarmante.
En resumen, llego a la conclusión que la situación durante y después de la cuarentena no ha sido asequible a la realidad de la población y, creemos que, han existido diversas formas para contrarrestar esta enfermedad; ya que, si las autoridades siguen tomando las medidas erróneas, esto podría traer graves consecuencias.